El uso excesivo de las pantallas dificulta el sueño

El uso excesivo de las pantallas (en especial por las noches) dificulta el sueño, ya que la luz azul que emiten altera el normal funcionamiento de la melatonina -la hormona que contribuye a conciliar el sueño- y por ende a mantener el equilibrio del organismo. Un estudio de la Facultad de Optometría de la Universidad de Houston señala que cuando se bloquea la luz azul la generación de melatonina se dispara, con todos los beneficios que ello conlleva. Y es que, esta hormona desempeña un papel esencial, no solo a la hora de dormir, sino en la calibración del sistema inmunitario que mantiene es estado de salud.

Los nuevos hábitos adquiridos durante la crisis COVID-19 están provocando serios cambios en el ciclo circadiano de las personas (el reloj biológico) que pueden hacer empeorar el sueño. En este sentido, el creciente tiempo dedicado a estar frente a pantallas por teletrabajo, estudios y ocio está pasando factura a la salud en general, y a la salud ocular, en particular.

La doctora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Complutense de Madrid Celia Sánchez-Ramos ​​incide en la necesidad de proteger a niños y a trabajadores del exceso de luz azul emitida por las pantallas y que está resultando ser mucho más elevado en tiempo de pandemia. La doctora insiste en que debe haber una concienciación por parte de padres, escuelas, trabajadores y empresas para evitar que el elemento dañino (luz azul) afecte de manera tan intensa a los ojos y a la salud general de las personas. Los protectores que bloquean de manera efectiva la luz azul son una ayuda fundamental para paliar el efecto negativo generado por los malos hábitos en el uso de pantallas durante esta pandemia.

Menos luz azul, más calidad del sueño, mejor sistema inmunitario

En la actualidad, existen soluciones que pueden minimizar los efectos de la luz azul sobre el organismo y así prevenir la aparición de síntomas o signos de enfermedades oculares e incluso de otras más serias. Este es el caso de los protectores de pantalla  que han demostrado científicamente reducir de manera eficiente los efectos de las emisiones de luz azul de las pantallas y, como consecuencia, tienen un efecto de mejora en la calidad del sueño gracias a la secreción adecuada de melatonina. Todo ello contribuye al fortalecimiento del sistema inmune y, por tanto, permite reducir la posibilidad de padecer enfermedades graves tanto sistémicas como visuales con pérdida de visión irreparable (degeneración macular). Además, previene sintomatologías como dolores de cabeza, ojo seco, picor, fatiga ocular y otros.